lunes, 2 de marzo de 2009

Lejanía platónica...

Él la contemplaba con aquella mirada inalcanzable, sentado en el bar. Levantaba la copa y daba un ligero sorbo a su bebida. Seguía observándola.

Ella reía, con el resto de gente, ajena a sus miradas, se giraba y le dirigía esa leve sonrisa, inocente, encantadora.

Él bromeaba con algún recuerdo común, alguna anécdota. Y todo el mundo se reía.

Y cuando nadie miraba, cuando nadie se daba cuenta... la observaba... timidamente.

Daba otro sorbo a su copa y se repetía el ritual. Prefería quedarse con la esperanza... lo platónico... a fin de cuentas eso le daba seguridad.

Ella se giró y le dijo: "quieres otra copa?"
-Claro-, dijo él, -Lo que sea por alargar este ritual...-
y le guiñó un ojo.

Ella respondió con una sonrisa y se levantó.
y, sin que nadie se diera cuenta...

Él la observó...