Ella cogió la cuchilla, acarició el filo con la punta del dedo. Estaba muy  afilada. cerró los ojos y pensó en sus recuerdos felices... Cuando había dejado  de serlo? se preguntó. Cuando empecé a sufrir?
Despues abrió los ojos, las lágrimas comenzaron a correr, se deslizaban tristes y rápidas por su mejilla. No podía contenerlas... No quería contenerlas.
 Despues abrió los ojos, las lágrimas comenzaron a correr, se deslizaban tristes y rápidas por su mejilla. No podía contenerlas... No quería contenerlas.
Volvió a cerrar los ojos y acercó la cuchilla a la muñeca, tanteó  ligeramente la piel. Después apretó fuerte con un movimiento de vaivén. Las  venas se dividieron y los capilares se rasgaron brotando sangre, una sangre sucia y sin  sentimiento. Fría.
No sintió dolor alguno. No sintió absolutamente nada, Las lágrimas seguían cayendo. No hubo un solo gemido.
Entonces miró al espejo y contempló su nariz sangrando, sus ojos morados y su mirada vacía, una mirada muerta. Ya no sentía nada.
 No sintió dolor alguno. No sintió absolutamente nada, Las lágrimas seguían cayendo. No hubo un solo gemido.
Entonces miró al espejo y contempló su nariz sangrando, sus ojos morados y su mirada vacía, una mirada muerta. Ya no sentía nada.
Se levantó y soltó la cuchilla. Miró a su marido inconsciente y medio  muerto, la sangre seguía brotando de su muñeca. Se puso de cuclillas y le  susurró al oído: "Nunca volverás a hacer daño a nadie".
Cogió las llaves y salió de casa, subió al coche y se quedo mirando su imagen en el retrovisor... y se repitió a si misma : "Nunca volverás a hacer daño a nadie..."
 Cogió las llaves y salió de casa, subió al coche y se quedo mirando su imagen en el retrovisor... y se repitió a si misma : "Nunca volverás a hacer daño a nadie..."
Mientras ponía rumbo a la comisaría, pensó que la vida le había dado una patada, y eso la llenaba de una tristeza insoportable... y era incapaz de contener las lágrimas.
 
 

 
